Sobre como ganar un Premio Nobel y empezar una revolución

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He descubierto algo muy importante.
Algo que, una vez que se sepa, cambiará la vida de muchos hombres y mujeres del mundo entero.
Algo que probablemente, sea un descubrimiento tan importante, que merezca un Premio Nobel.
Y les cuento más, estuve pensando, y creo que voy a mandar un proyecto de ley al Congreso Nacional.
No..... ¡mejor no! Directamente le voy a tocar timbre a nuestra presidenta para exigirle que firme un decreto de necesidad y urgencia que redundará en beneficio de todos los hombres y mujeres que pueblan este noble suelo argentino.

El asunto es que los humanos estamos expuestos a un peligro terrible. Hacemos uso de un mueble que produce efectos altamente negativos en las personas de bien.
Y me refiero específicamente ....al armario!
¡Si señores! ¡Es así como lo leen!
El armario tiene un poder nefasto en la psiquis de las personas. El armario es culpable de muchas depresiones. Por culpa del armario hay cada día mas personas anoréxicas y/o bulímicas.

Este mueble, que parece a simple vista tan útil y simpático, es un ente poseído por vaya uno a saber que tipo de duendes maléficos!
¿Y saben por qué?
Porque descubrí que, estos duendes son los encargados de encoger toda la ropa que uno guarda de una temporada a la otra!!
Les aseguro que lo que sostengo está científicamente comprobado por mi y por un montonazo de mujeres, como mil, que fueron especialmente encuestadas.
La ropa que uno guarda tan amorosoamente en el armario, a la larga, EN CO GE.

¡¡¡Organicemos una patriada!!! ¡¡¡Armemos una revolución!!!

Hay que terminar ya mismo con estos muebles habitados por seres nefastos que solo nos complican la vida!
Que en todas las plazas de los pueblos, de las ciudades, se quemen todos los armarios del país. Los viejos y los nuevos. Los de madera y los de metal.
Argentinos y argentinas, por una vez en la historia de nuestro país, unámonos por una causa justa!
¡¡MUERTE A LOS ARMARIOS!!

Ya lo dijo el General San Martín, que de armarios sabía mucho... (¿?)
"No hay Revolución sin Revolucionarios - Los revolucionarios de todo el mundo somos hermanos."

¡Que así sea!

Lo se, derrapé...

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