Toc Toc...no me abandonen el barco!

Bueeeeeenas...
Permisooo.... ¿Hay alguien?
Jeloouuuuuuu
Oia...me parece que no queda nadie! ¡Pero miren que volví!
Anduve por ahí, atajando pelotazos de la vida! A veces parece que estamos de turno, ¿no? Seguramente les pasa a ustedes también, que todos los problemas se vienen juntos.
Pero, como decía mi abuelita, a todo se sobrevive, menos a la muerte, claro!
Muchas gracias a todos los que dejaron mensajitos en mi ausencia.

Volví por varias razones.
Una de ellas, es porque me entregaron un premio. Me lo gané con el sudor de mi frente y de mi teclado!



Es el primer premio importado que recibo, y nadie tiene uno como el mío! ¡Es único e intransferible!
Es internacional por dos razones. Primero porque me lo entregó Yoni Bigud, que vive del lado de adentro de la Gral Paz, que vendría a ser como otro país!. Y segundo porque es en croata!
La traducción al castellano de la leyenda que ven en el premio sería algo así “Yo tengo un Yoni, ¿y vos?”
Porque vos, ¿tenes un Yoni?
Ahh...¿no tenés?
Suuuufraa, chivaaaaa, lero leeeeroooo! ¡Yo si! :)
Tengo el corazón henchido de orgullo.
Muchas gracias Yoni por este premio personalizado.
Realmente, no me lo esperaba! Me agarró asi, de sorpresa, sin discurso y en pantuflas... (¿?)

Otra de las razones por las que volví es porque estoy muy preocupada.
Resulta que en algún lugar de Pekín, una chica se quedó sorda a causa de un beso que le dio el novio....
Parece que el muchacho es un poco apasionado, y en vez de besarla, la aspiró!
La pareja explicó que habían oído un sonido repentino, como un 'puff' mientras se estaban besando, y que a partir de ese momento la chica dejó de oír.
El médico que la revisó dijo que no es un caso que se de con frecuencia, pero que los besos demasiado ardientes, demasiado largos y que exijan un esfuerzo excesivo, pueden causar efectos secundarios. Un regalito a los 9 meses, por ejemplo...
A mi hay cosas que me causan sordera, pero jamás un beso!
A veces soy como la mamá Luchetti de la propaganda. Ella prende la licuadora para no escuchar el "mamá me comprás ..." de los chicos, y yo ensordezco!
También ensordezco con la cumbia de mi vecino a todo volumen.
Reconozco que a veces me vuelvo sorda ante algún reclamo que no quiero escuchar...
A esta altura soy absolutamente sorda a los discursos de nuestra presidenta. Me cansó!
Y vos, ¿cuándo ensordecés de golpe?
.