Postales del viaje....I

Ayer viajé a Cba. Generalmente me zambullo en algún libro y no me entero de nada durante el viaje. Pero esta vez, decidí mirar a mi alrededor a ver con que me encontraba.

Había un matrimonio, entre los dos sumaban al menos 160 años. Se notaba que en su juventud habían sido bellos. Altos, delgados, lindos rasgos, ojos claros.
Él estaba sentado en la última de las sillas dispuestas en una hilera, de frente al ventanal, en el preembarque. Tenía una mano apoyada en el bastón, y miraba hacia afuera, como ensimismado vaya uno a saber en qué pensamientos.
A su lado estaba ella, sentada en una silla de ruedas, las manos en su regazo, y la mirada perdida en algún punto que no pude definir.
Eso me hizo pensar en los silencios compartidos.
Hay silencios que indican comunión. La seguridad de que ambos juntos, son uno. Son esos silencios que no molestan, sino que enriquecen.
Y hay silencios que indican vacío, falta de palabras. Cuando ya no queda nada que decir. Ese silencio empobrece y mata!
¡Me jugaba que este caso, era el primer ejemplo!
De repente ella pareció despertar. Lo miró, y le empezó a contar algo que no pude, ni intenté oír.
El le tomó la mano, y la escuchó atentamente. De vez en cuando le decía algo, y la dejaba seguir hablando.
La mirada de ambos, había cambiado. ¡Los ojos les brillaban!
Creo que envejecer junto a la persona que uno ama, es una de las mejores cosas que a uno le pueden pasar en el otoño de la vida!


Y tengo mas, pero no les voy a contar todo lo que vi en un solo post! Es que estoy muy ocupada estos días! Tengo que hacer mucho, pero muuuucho huevo!
¡Voy a ver si consigo peperina barata y vuelvo!
Besssosss