No iba a postear sobre el tema, pero no puedo quedarme callada.

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Israel lanzó una ofensiva psicológica en Gaza.

Miles de volantes arrojados desde el aire buscan debilitar el apoyo popular al movimiento islamista Hamás e instan a la población palestina de la Franja a revelar la ubicación de sus líderes.

Está bien, divide y triunfarás! Está visto que en la guerra todo vale.

Hay lugar para todo, menos para el amor.

Recuerdo cuando viajé a Europa, allá por los 80, yo quería ir a Croacia, y mi madre no. Era muy doloroso para ella. Allí todavía estaba instalado el régimen comunista y mi madre tenía miedo de hablar demasiado y que ello le provocara problemas. Problemas de salud porque se le iba a disparar la presión, y problemas con el Estado.

Decidimos que yo iba a ir sola, mientras ella se quedaba en Alemania esperándome.

Pero antes de eso nos encontramos en Austria con sus tíos. Específicamente, dos tías, y un tío.

Verlos a ellos juntos fue maravilloso. Hacía 35 años que no se encontraban.

Si bien se mantenían en contacto por carta, la información que recibíamos de ellos era solo lo estrictamente familiar. Muchas veces esas cartas llegaban incompletas. Por ahí un párrafo entero venía tachado con tinta negra. De mas está aclarar que no la habían tachado mis tíos.

Fueron tres días en los que estuve inmersa en el pasado, absorviendo toda la información que podía.

Ellos nos contaron como vivieron la post guerra, la segunda. Mi madre, con su hermana y su familia se escapó, pero ellos quedaron ahí.

Lo que mas me impresionó, en mi inocente juventud, fue el miedo. Ellos eran personas mayores, setentosos los tres, y aún estando en otro país, tenían miedo de hablar. Solo nos contaban los detalles mientras estábamos en la habitación del hotel, y eso después de revisar todo, y de mirar que no haya nadie en el pasillo que pudieran delatarlos. Si nos encontrábamos en un restaurante, y mi madre preguntaba algo sobre la política o el pasado, solo bajaban el tono de voz y decían "acá no".

Pero me fui por las ramas.

Lo que quería contar específicamente, es que ellos nos contaron como vieron destruirse familias enteras. Vecinos contra vecinos, hijos que denunciaban a sus padres, hermanos que denunciaban a sus hermanos, amigos de toda la vida, etc. No sabían en quién podían confiar y en quien no. El miedo a que alguien los denuncie, con o sin razón, los paralizaba.

Y, en realidad, el denunciante también denunciaba por miedo. Sabía que de esta manera podría salvarse el y salvar a su familia. Siempre y cuando nadie los denunciara a su vez.

En definitiva, siempre digo lo mismo. ¡La guerra es una mierda, estés del lado que estés!

Solo trae dolor, muerte, desolación y vidas arruinadas.

Tiene que haber paz! Tiene que llegar el día en que los humanos podamos sentarnos a dialogar.

Yo se que suena re naif lo mío pero no me importa. De verdad, el diálogo es la única solución!

Nos vamos a terminar matando entre todos!

Y yo me pregunto ¿para qué?

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