El era joven, buen mozo y soltero. Vivía en Zagreb y era croata. Hacía muy poco que la segunda guerra había terminado y que Tito había asumido el poder.
Por trabajo, El debía viajar mucho por todo el territorio de lo que, en ese entonces, era Yugoslavia.
Tenía su barra de amigos, con los que compartía risas, llantos y todo lo que la vida les iba poniendo en el camino, mientras añoraban en silencio una patria libre.
Un día, en uno de esos encuentros, les contó que se había enamorado. La elegida era una muchacha nacida en Beograd. O sea, Ella era serbia.
En esa época, una pareja formada por un croata y una serbia, era como hablar de Montescos y Capuletos.
Pero a ellos nada les importaba, se amaban profundamente, a pesar del descontento de ambas familias. Estaban seguros de que si tenían paciencia e iban con cuidado, algún día serían libres y podrían vivir sin temor ese amor que los unía.
Y así fueron pasando los meses, entre idas y venidas de Beograd a Zagreb. Compartían mas tiempo juntos. Iban a la costa y salían a navegar en una lancha que tenía la familia de El. En cada paseo, soñaban en secreto escapar, e ir a vivir lejos, a una tierra en donde nadie los conociera y pudieran ser libres. Pero era muy difícil. Nadie podía salir del país, a menos que formara parte del gobierno o fuese extranjero.
Lo fueron planeando muy bien. Cada vez que salían con la lancha, la guardia los controlaba, y fiscalizaba la hora de regreso. Si no volvían a tiempo, saldrían a buscarlos.
Durante meses, todos los fines de semana El salía a navegar. Algunas veces con Ella, algunas con su padre, otras con su hermano. Y nunca volvían a la misma hora, pero siempre volvían a tiempo. Lograron así, ganarse la confianza de los guardias de la prefectura.
Una noche, una de las chicas de la barra, recibió la visita de El. Necesitaba su ayuda...
continuará...
Por trabajo, El debía viajar mucho por todo el territorio de lo que, en ese entonces, era Yugoslavia.
Tenía su barra de amigos, con los que compartía risas, llantos y todo lo que la vida les iba poniendo en el camino, mientras añoraban en silencio una patria libre.
Un día, en uno de esos encuentros, les contó que se había enamorado. La elegida era una muchacha nacida en Beograd. O sea, Ella era serbia.
En esa época, una pareja formada por un croata y una serbia, era como hablar de Montescos y Capuletos.
Pero a ellos nada les importaba, se amaban profundamente, a pesar del descontento de ambas familias. Estaban seguros de que si tenían paciencia e iban con cuidado, algún día serían libres y podrían vivir sin temor ese amor que los unía.
Y así fueron pasando los meses, entre idas y venidas de Beograd a Zagreb. Compartían mas tiempo juntos. Iban a la costa y salían a navegar en una lancha que tenía la familia de El. En cada paseo, soñaban en secreto escapar, e ir a vivir lejos, a una tierra en donde nadie los conociera y pudieran ser libres. Pero era muy difícil. Nadie podía salir del país, a menos que formara parte del gobierno o fuese extranjero.
Lo fueron planeando muy bien. Cada vez que salían con la lancha, la guardia los controlaba, y fiscalizaba la hora de regreso. Si no volvían a tiempo, saldrían a buscarlos.
Durante meses, todos los fines de semana El salía a navegar. Algunas veces con Ella, algunas con su padre, otras con su hermano. Y nunca volvían a la misma hora, pero siempre volvían a tiempo. Lograron así, ganarse la confianza de los guardias de la prefectura.
Una noche, una de las chicas de la barra, recibió la visita de El. Necesitaba su ayuda...
continuará...
No me maten!!:h
ResponderEliminarPrometo poner la segunda parte pronto, es que se hacía muy largo!
Mire qué justo vino su pedido de clemencia, porque ya la estaba por acogotar!!
ResponderEliminarEspero.
Impaciente :m
ajajajajaa
ResponderEliminarSe los bueyes con los que aro!! :o
Ah!
ResponderEliminarjusto venía a protestar.
No se copie las feas costumbres de Gamar, eh! :m
besos
Ahhhhhh bueeeenoo... :e
ResponderEliminarMenos mal que no soy la única que puso el grito en el cielo por quedarme mas caliente que una estufa.. :i
Mas le vale doña que postee la segunda parte prontito.
Mire que cuando no sé el final de alguito no duermo y me pongo loca..
si, masss, y?! :m
Stellin que no se te haga costumbre esto de dejarnos con la intriga! jajaa
ResponderEliminarEspero la continuación... me encantan las historias de amor!
besos
Bien Stella, vendré por el final.
ResponderEliminarEntiendo la necesidad de cortalo para que no se haga tan extenso y te apoyo, ya que los lectores de blog solemos ser dignos reyes de zaping...pero cuando la historia atrapa, este es el caso, uno tiene ganas de mas.
Besos!
Bueno, está bien, me quedo esperando. Pero bajo protesta.
ResponderEliminarUn saludo.
Yo sabía que iban a protestar! ajajaa
ResponderEliminarGracias por pasar, y, Magah, lo de los reyes del zaping es tal cual! Me causó mucha gracia!
Vuelvan, que mañana termina!
Besoos
FUE EL MAYORDOMO !!!
ResponderEliminarah...no?
bueno, enotnces espero, como todos, la segunda y última parte
PORQUE ES LA ULTIMA PARTE, NO?
no se le ocurra venir con otro "continuará"
¿Cómo "continuará"?...
ResponderEliminarPerop, perop... ¿qué se supone que tengo que hacer hasta que siga con esta historia?
Besotes!!!
Ah si claro y "justo" se le hizo muy largo en la mejor parte? EH? EHHHH? EHHHHH????:m
ResponderEliminarBueno si espero, si no queda otra!
Pero mire que soy re ansiosa!!!!!!!!!:j
Au revoir! :g
Oiga, eso no se hace. ¿Le parece bonito?
ResponderEliminarEjem.
Endispués no se ande quejando que la enyenan de cascotasos,habrásevisto semejante continuará...
ResponderEliminarAhhh, lo se, lo se, soy una dessacatada! ajajaja
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